Jordi Mora, presidente de la Federación de la Pequeña y Mediana Empresa de Mallorca, se muestra “preocupado por la situación económico-laboral” de las Baleares pese al descenso del 0,91% del número de parados en el último mes de septiembre respecto al mismo mes del año 2018. Un total de 370 personas. “Debemos coger estos datos con pinzas. Estamos ante una clara desaceleración de nuestra economía. Además, tras los hechos de la última semana y que afectan a nuestro principal sector, el turístico, no podemos decir que estemos en una situación laboral positiva” explica Mora.
Esta noticia sobre la cifra de desempleados del último mes de septiembre no es creíble para PIMEM “dado que los efectos de la quiebra de Thomas Cook aún no se han percibido” pero posiblemente lo notaremos en las cifras “de los futuros meses”.
Respecto a agosto de este año, septiembre ha subido el número de parados en 1.536 personas. Lo que supone un incremento de 3,95%. “La temporada en las islas, como reflejaron nuestras asociaciones, no ha sido tan positiva como la de años anteriores. La desaceleración es clara y el Govern debe dotar de herramientas a las empresas para que estén preparadas” avisa Mora.
Otro de los datos que destaca de la información presentada por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, es el que refleja que el 83,3% de los contratos firmados durante el último mes son temporales. “Dadas las grandes incertidumbres de la economía, los empresarios se ven obligados a realizar contratación temporal. Estamos hablando de 34.407 contratos que pueden finalizar si la desaceleración es profunda” afirma el presidente de PIMEM.
Ante esta situación de incertidumbre, el representante de la Pequeña y Mediana Empresa de Mallorca, ha solicitado a la clase política que sea “cuidadosa” a la hora de realizar cualquier tipo de políticas que puedan “afectar negativamente” al mercado empresarial y por consecuente al laboral. La última normativa de terrazas y la posible restricción de los cruceros son los dos aspectos principales sobre los que se basa esta solicitud.
“El sector de la restauración ya ha expresado su descontento con la nueva norma sobre las terrazas, también ha explicado las consecuencias laborales que ha tenido que llevar a cabo y las pérdidas con las que se ha encontrado a finales de temporada. El turismo de cruceros puede sufrir el mismo revés si realizamos este tipo de políticas”.
Por último, Jordi Mora sí que requiere a la clase política que nutra al resto de sectores de la comunidad de elementos que fomenten “su crecimiento y su desarrollo” para que puedan convertirse en “puntales económicos y laborales fuertes” de nuestra comunidad.