La morosidad como lastre de los fondos europeos: CONPYMES solicita que las grandes empresas con deudas con pymes queden excluidas de las ayudas

La morosidad como lastre de los fondos europeos: CONPYMES solicita que las grandes empresas con deudas con pymes queden excluidas de las ayudas

 

  • La Patronal insta a que se agilicen los plazos de tramitación para que el balón de oxígeno pueda llegar cuanto antes a todos los sectores que se han visto afectados por la crisis de la COVID19, en especial aquellos declarados como actividades no esenciales que han tenido que ver suspendida su actividad por razones de Salud Pública.
  • CONPYMES pide que las grandes empresas con posición de dominio de mercado salden sus deudas con los pequeños como condición previa para poder acceder a las ayudas

Madrid, 21 de junio de 2021

Con la aprobación del fondo europeo NGEU destinado a la recuperación económica de las grandes y pequeñas empresas, se ha abierto una nueva ventana para aliviar la situación agravada que llevaba sosteniendo el conjunto del tejido productivo de nuestro país a raíz de la crisis sanitaria derivada de la pandemia. Por este motivo, desde la Confederación Nacional de Pymes (CONPYMES) requieren que no se premie a las empresas endeudadas a través del acceso a los fondos europeos de recuperación y, reclaman que únicamente se pueda acceder a las ayudas si están al corriente de pago con sus proveedores. Recuerdan, además, el agravio comparativo existente con respecto a las muchas pymes y autónomos que se han quedado fuera por los requisitos y las trabas burocráticas existentes.

Por otra parte, CONPYMES aplaude el objetivo de ayudar a las empresas a reducir las deudas generadas con proveedores y acreedores, así como a amortizar los créditos que se hubieran podido solicitar para cubrir dichos pagos. No obstante, debemos señalar que aquellos empresarios y autónomos que hubieran hecho frente a sus pagos recurriendo a la descapitalización de sus negocios o realizado aportaciones extraordinarias de capital, quedan excluidos de facto de estas ayudas, por lo que se genera un agravio comparativo que debería compensarse mediante  mecanismos alternativos que potencien su negocio, tales como puntos adicionales en la adjudicación de fondos, concursos u otras alternativas similares”.

Ante esta situación, CONPYMES hace hincapié en que la morosidad de las grandes empresas con posición de dominio de mercado supone poner en riesgo la actividad económica de las micropymes, pymes y autónomos, y en la apuesta de la Patronal de defensa de lo pequeño, remarcan la necesidad de seguir trabajando en la senda de “la digitalización, la transición ecológica, el reto demográfico, etc. como palanca de transformación hacia un modelo económico que apueste por estos valores y que sea más inclusivo”. Por eso, añaden que: “las actuales ayudas tienen que configurarse como balón de oxígeno que permita no dar la espalda al esfuerzo que las pymes y autónomos han venido recorriendo con duro sobreesfuerzo durante todo este último periodo”.

Reforzar el cumplimiento de la legislación actual, de plazos máximos de sesenta días para afrontar los impagos con medidas encaminadas a fijar un régimen sancionador para combatir los incumplimientos, debería ser la prioridad de la administración para abordar la cuestión. En la actualidad, estos plazos de pago se ven triplicados por las empresas con posición de dominio de mercado del IBEX (la media se sitúa en 183 días) resultado que las convierte en las compañías más morosas de nuestro país y que conlleva que estén restando 56.844 millones de euros de liquidez a las pymes en materia de pagos que ya tendrían que haber afrontado estas grandes empresas. “No es el momento de que aquellos que arrastran deudas sean los encargados precisamente de la tramitación de estos fondos y que a su vez se vean como los mayores beneficiados por estas ayudas” enfatizan desde CONPYMES.

Capilarizar estas ayudas y que se materialicen en acciones tangibles para pymes y autónomos es lo que reclaman en CONPYMES, y lo ilustran a través de la necesidad de que a través de estos fondos se puedan abordar cuestiones como la necesitada digitalización del conjunto de las pymes, de la apuesta por desarrollar planes que permitan el autoconsumo energético y sostenible de las empresas, así como de la eliminación de la brecha de género que se aprecia en algunos sectores. “Más allá de quién finalmente se encargue de su gestión, lo importante es lograr acabar con esta lacra invisible que está haciendo que se lastre la productividad entre algunos sectores del tejido productivo de nuestro país” concluyen desde CONPYMES.

Igualmente, desde CONPYMES, consideran necesario transitar a un nuevo modelo productivo, que han venido en definir con Capitalismo Inclusivo, establecido sobre una economía de mercado social, comprometida con su entorno, basada en la igualdad de oportunidades, apoyado en un crecimiento económico sostenible y justo para todas las empresas. “Este modelo se basa en la distribución previa  de la riqueza vía competencia y formación justa de precios favorecida por el concurso de Pymes y autónomos, y todo ello persiguiendo una mejora de la productividad y del potencial de crecimiento que favorezca el interés general de la ciudadanía a través de la mejora de su nivel de vida, además de proporcionar un beneficio justo a Pymes y autónomos, como esencia de toda actividad empresarial”.

 

 

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